Cómo los primeros 1000 días de vida programan la salud
Los primeros 1000 días de vida, es decir, desde el nacimiento hasta los dos años de edad, son fundamentales para determinar la salud neurológica de la persona.
La Dra. Mónica Rodríguez Gómez, pediatra integrativa y miembro de la SESMI (Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa), cuenta que a lo largo de este período, factores como el ejercicio durante el embarazo, la nutrición materna, la estimulación temprana, el apego y el nivel socioeconómico, entre otros, pueden influir en el desarrollo del sistema nervioso.
En este sentido, los cambios metabólicos en el útero pueden producir enfermedades de por vida que aparecerán a lo largo de la vida adulta, como las patologías cardíacas, el síndrome metabólico o la obesidad. Por este motivo, los primeros 1000 días de vida son el momento ideal para disminuir el riesgo de estas posibles patologías mediante un cambio de hábitos.
La medicina integrativa en esta fase tan crucial
Es importante aprovechar esta ventana de oportunidad para construir bases sólidas para un desarrollo óptimo, y aquí es donde la SESMI remarca la importancia de la medicina integrativa, que combina disciplinas tradicionales dentro del campo de la medicina con técnicas complementarias novedosas, seguras y eficaces, como la acupuntura, la homeopatía, la nutrición y la medicina ortomolecular, entre otras. Estas se focalizan en mejorar la calidad de vida de las personas, minimizar los efectos secundarios de la farmacología y favorecer la prevención de patologías, poniendo al paciente como eje de sus prácticas.
El control personalizado de todos estos factores determina la salud física y mental de una persona en la edad adulta. Por ello, es necesario ofrecer un entorno favorable y estimulante durante estos días para promover un desarrollo saludable y prevenir enfermedades crónicas.
